Reiki es para aprender a utilizar tu energía de la manera correcta

Reiki no es para curar enfermedades.

Cuando aprendes a utilizar tu energía de la manera correcta, empiezas a sentir alivio o desaparecen los dolores físicos que tienes en el momento. El movimiento de energía dentro y fuera de tu cuerpo genera un efecto de limpieza de toxinas que se acumulan en los diferentes órganos, gracias a este movimiento de toxinas tu cuerpo podrá sacarlas fácilmente a través de sus diferentes mecanismos de salida (orina, sudor, materia fecal, etc).

Tu cuerpo empieza a curarse como el resultado de manejar tu energía de la forma correcta y es por eso que suele asociarse a reiki como una técnica de sanación con las manos. El terapeuta de reiki se convierte en un apoyo energético temporal que te ayuda a ser consciente del poder que tienes para sanarte y mantenerte sano si aprendes a utilizar tu energía de la manera correcta.

“Vamos más allá de la simple curación y profundicemos juntos el maravilloso mundo del manejo de la energía.”

Empecemos por aprender a identificar en tu cuerpo cómo se está manifestando la energía y cómo la estás utilizando. Tómate un par de minutos para cerrar los ojos y poner tus manos una frente la otra, pegando las palmas por unos 10 a 15 segundos:

  • ¿Qué ocurre? empieza a subir la temperatura. Ahora frótalas con fuerza y observa, aumenta la temperatura aún más. En ese simple acto de tocarte las palmas de las manos estás siendo testigo de una de las formas en que se manifiesta la energía en tu cuerpo “El calor” (energía calórica).

Vamos con otro ejemplo muy común en tu día a día:

  • ¿Has sentido como sube la temperatura de tu cuerpo cuando estás muy contento? o ¿Has notado que se te pone la cabeza caliente cuando tienes alguna molestia?. En estos ejemplos puedes identificar cómo mueves la temperatura de tu cuerpo a través de las emociones.

Con estos simples ejemplos cualquier persona puede empezar a notar la importancia que tiene aprender a manejar su energía de la manera correcta, entendiendo que los pensamientos y emociones que tiene a diario están alterando la temperatura de su cuerpo

Estos cambios de temperatura están llevando los órganos de tu cuerpo a funcionar con exceso o deficiencia de calor, el cuerpo tiene una temperatura normal interna de 37°C lo que significa que si produces muchas energía o la dejas agotar estás enfermando tu cuerpo por el simple hecho de sacarlo de su equilibrio energético.

Todos sabemos que si dejamos subir la temperatura del cuerpo a 40° (fiebre) o más, entramos en riesgo de muerte, al igual que si dejamos bajar la temperatura del cuerpo de 35° (hipotermia) el cuerpo empieza a trabajar con esfuerzo para producir el calor que los órganos necesitan para mantenerse vivos.

Asombroso  ¿cierto? es un tema muy sencillo que te permite reflexionar algo muy profundo:

Las enfermedades no te dan, tu te las haces, cada vez que utilizas la energía de tu cuerpo en desorden obligas a tus órganos a defenderse del calor o del frío acumulando grasas, segregando hormonas en momentos donde el cuerpo no las necesita, alterando el ritmo cardíaco, produciendo dolores musculares, etc.

"No te dan las enfermedades,
tú te las haces." 
Maestro Gelva

Escuela de Transformación Interior Gelva

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