¡Has tenido un hijo! ¡Qué maravilla! estás extasiada por su belleza, ternura, dulzura, inocencia.

Ser Madre trae nuevos retos, experiencias e interrogantes, sobre la crianza de tu bebé; y cuando eres madre trabajadora, ¿qué voy a hacer cuando se termine la licencia de maternidad?

Muchas mujeres ejercen varios roles en la sociedad, justificadas en la igualdad de género, y pasan de ser la mujer presente en el hogar, a la que se va a la oficina, banco, escuela, universidad, incluso a otras naciones.

Como mujer y madre, hace 6 años conocí a los Maestros de la Escuela Gelva y tuve un revolcón en lo más íntimo de mi ser. Justo en mi “licencia de maternidad, siendo una pediatra”, estaba lista para volver a mis labores profesionales y dejar a mi segundo hijo a sus 4 meses, ¡en manos de alguien que ejerciera mi papel de madre! Me generaron inquietudes como: ¿qué decisiones he estado tomando en mi vida que me acercan a la salud y felicidad? ¿por qué traer hijos al mundo si no los voy a criar? Mi vida no volvió a ser la misma… mucho menos cuando como pediatra, pedía a los papitos que criaran sus hijos, algo que yo tampoco brindaba a los míos: tiempo, dedicación, crianza comprometida.

La “licencia de maternidad” en Colombia, dura 16 semanas, y luego, la mayoría de las madres delegan su labor a la abuela, tía, niñera, “jardines infantiles”, confiadas en que ese es el camino de la crianza. ¿Es el país donde vives quién determina cómo vas a desarrollar tu función como madre? Este es un llamado para que las madres y futuras madres tomemos consciencia y hagamos valer nuestro rol en la crianza, que garantizará una generación adulta más equilibrada.

 

Como mujer, ¿te has preparado para ser Madre? ¿fue una decisión consciente? ¿Sientes que repites los patrones de crianza familiares? ¿Tienes resentimientos de cómo fue tu crianza?

Hoy sé que aprender en una Escuela de Espiritualidad te ayuda a equilibrar tus roles como madre, esposa, profesional; yo, a la vez que sanaba, iba disfrutando la crianza de mis hijos.

Nada es imposible, solo que no has encontrado quien te enseñe cómo lograr ese equilibrio.

 

 

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